Ourense es mucho más que la capital termal de España y es que, aunque es la segunda ciudad termal del mundo, tan solo por detrás de Budapest, lo cierto es que en Ourense existen otras muchas cosas por descubrir como sus impresionantes parajes y monasterios, sus parques naturales o la Ribeira Sacra.
No obstante, esto lo dejaremos para otro u otros posts y hoy nos centraremos en las localidades de Xinzo de Limia, Laza y Verín. Quédate con sus nombres y es que estos tres municipios ourensanos conforman el denominado Triángulo Máxico del Entroido, el carnaval rural más antiguo de España y la gran fiesta de la provincia de Ourense, declarada, como no podía ser de otro modo, Fiesta de Interés Turístico Nacional en las tres localidades. Una mezcla de antiguas tradiciones con desfiles y concursos para sazonar casi un mes de diversión garantizada y que vamos a conocer con un poco más de detalle:
- Pantallas en Xinzo. En Xinzo de Limia el Entroido es vida, como demuestra el hecho de tratarse del municipio donde más tiempo dura la celebración del carnaval, en concreto, un mes. Aquí la fiesta no se entiende sin las pantallas, los personajes que animan y dan color a las celebraciones. La denominación pantalla se refiere a la careta que visten la cual es una máscara elaborada con cartón, harina, papel de periódico, agua y pintura. Representa la cara del diablo con una mueca de humor. Mientras, el traje se compone de una camisa de felpa, un calzón blanco, polainas negras y una capa de color rojo adornada con numerosas cintas. Las pantallas portan en la mano dos vejigas de vaca, infladas y secadas. Su misión es velar porque todos aquellos que se presenten en la localidad estén disfrazados. Si no lo están, les perseguirán y les obligarán a pagar una ronda de vino. Por ello, si vosotros no os queréis ver obligados a pagar una ronda a un grupo de Pantallas, nosotros os recomendamos que os paséis por La casa de los disfraces, donde encontraréis una amplia gama de vestimentas acordes a vuestros gustos que os servirán para mimetizaros en esta celebración y no ir dando la nota o sufrir las represalias de las Pantallas de Xinzo de Limia.
- Peliqueiros en Laza. El de Laza está considerado como el Entroido más antiguo de Galicia. Del jueves de Comadres al martes de Carnaval, en este pequeño municipio de 1.500 habitantes se celebran diversos desfiles con carrozas de todo tipo, aunque es el lunes de Entroido o lunes borralleiro, el día más especial porque tiene lugar una singular batalla: la farrapada, una guerra de trapos llenos de barro. También es el lunes cuando aparece la Morena, un vecino vestido con una máscara postiza de toro en madera y una manta que ataca a las mujeres, mientras sus compañeros arrojan hormigas vivas al público. El último día de la fiesta se realiza la lectura de un testamento, el Testamento del Burro, que cuenta lo ocurrido en el municipio durante el último año. El peliqueiro es el rey absoluto de la fiesta en Laza. Es también una máscara, una careta de madera de abedul que se completa con una mitra con motivos animales y unos pompones. El traje está compuesto por chaqueta, pantalón y zamarra, además de una camisa blanca y una faja roja por encima de los calzones. Como accesorio, los peliqueiros llevan unos chocos, cencerros que pesan alrededor de kilo y medio cada uno, colgados de un cinturón y que suenan cuando el peliqueiro corre, además de una fusta que no dudan en utilizarla si así lo creen conveniente.
Los cigarróns de Verín, la tercera pata del triángulo mágico del carnaval ourensano
El Entroido de Verín gira en torno a la figura de los cigarróns, que hacen su aparición el domingo Corredoiro. Se trata de la máscara más característica de toda la comarca de Monterrei y el valle de Verín. Es una careta de palo tallada en madera y pintada de tal modo que resaltan las cejas, las mejillas, el bigote y una gran sonrisa sarcástica, y que corona una mitra con motivos vegetales y animales. Una piel de animal, en la actualidad de fibras sintéticas, a la espalda completa la máscara. Camisa blanca, corbata de diferentes colores y una chaqueta corta de seda con galones conforman la parte de arriba del traje. Unos calzones con unas medias, preferiblemente en tonos verdes o rojos, y zapatos negros completan el atuendo. Los cigarróns, al igual que los peliqueiros, portan un cinturón con seis ‘chocas’ que suenan cuando se mueven, así como una fusta para azotar a aquellos que no se porten como ellos consideran.