Escapada rural en el corazón de levante: tranquilidad y naturaleza al alcance

Lejos del bullicio de la metrópoli y de las multitudes de turistas que invaden la costa española, el interior de Levante ofrece un remanso de calma, naturaleza y tradición, que es un verdadero bálsamo para el alma. Ubicada en la comunidad Valenciana, esta zona se caracteriza por un terreno montañoso, valles verdes y pequeños pueblos llenos de encanto. Cada rincón de Levante tiene su propia historia, desde viejos agricultores hasta tradiciones arraigadas, ofreciendo a los viajeros una experiencia genuina que conecta con el pasado y la naturaleza.

A lo largo de su territorio encontrarás pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo, donde reina la tranquilidad en calles empedradas y plazas que brindan un respiro de paz. La cultura local se refleja en sus fiestas, con la calidez de sus habitantes, con la gastronomía típica basada en productos locales, y siempre está dispuesta a mostrar su hogar con una sonrisa. Montañas, ríos y parques naturales se combinan para crear el ambiente perfecto para quienes quieren desconectar del estrés cotidiano.

Unas vacaciones en el interior de Levante no solo le brindarán la oportunidad de descansar, sino también de sumergirse en la naturaleza, explorar rutas de senderismo, disfrutar de deportes al aire libre y pasear por los pintorescos pueblos repartidos por toda la región. Además, la zona es un lugar ideal para quienes buscan una experiencia más auténtica y menos masificada, alejada del turismo de masas que caracteriza a las principales zonas costeras de España.

Yo mismo tuve la oportunidad de ir de mini vacaciones al corazón de Levante y fue increíble. Gracias a los profesionales de La Canal del Salem, pude tener unas vacaciones muy divertidas y enriquecedoras, disfrutando de la belleza natural del lugar y la hospitalidad de la gente. Sin duda, una experiencia que recomiendo a todos aquellos que deseen descubrir un lado diferente de la Comunidad Valenciana, lleno de calma, tradición y naturaleza.

La magia de Levante

Levante es una de las zonas más diversas de la comunidad Valenciana. Su interior, alejado de la costa y del centro de la metrópoli, se caracteriza por su belleza natural con montañas, valles y pequeños pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo. Elegir esta zona para unas vacaciones en el campo es apostar por un entorno que ofrece no solo paz y tranquilidad, sino también actividades al aire libre, gastronomía local y ricas tradiciones culturales.

El paisaje que ofrece Levante es de una belleza extraordinaria. Desde las altas montañas de la Sierra de Espino hasta los verdes valles de la Val de Albaida, cada rincón parece una estampa que invita a ser admirado. La vegetación con pinos, encinas y enebros se mezcla con almendros, olivos y campos de huertos llenos de colores vivos en primavera. Este entorno natural es perfecto para aquellos que quieran desconectar de la rutina, disfrutar de la tranquilidad y respirar aire puro.

La zona también está protegida por varios parques naturales, donde el paisaje permanece inalterado, lo que permite al viajero disfrutar de la naturaleza real en estado puro. Estos espacios naturales, como los Parques Naturales de Cerra Calderona y Albufeira, albergan una gran variedad de flora y fauna que aprecian los amantes de la naturaleza.

Recorrido por el interior del pueblo de Levante

Los pequeños pueblos que salpican el interior de Levante son perfectos para aquellos que buscan sumergirse en la cultura y las tradiciones rurales. Estos lugares conservan su arquitectura tradicional y sus formas de vida ancestrales, permitiendo al visitante experimentar la auténtica hospitalidad de la región. Además, estos pueblos cercanos a la naturaleza los convierten en lugares ideales para disfrutar de actividades como el senderismo y la observación de la vida silvestre.

Algunos de los pueblos más representativos son Chulilla, famoso por sus cañones y formaciones rocosas, o Castell de Castells, donde se puede sentir la tranquilidad en las calles y plazas. Ubicada en la montaña, Bugarra es uno de los destinos ideales para quienes desean disfrutar de un ambiente acogedor en la zona montañosa. Estos pueblos se pueden visitar caminando por calles empedradas, explorando el patrimonio arquitectónico y saboreando los sabores tradicionales que se ofrecen en restaurantes y tabernas.

La vida en estos pueblos sigue un ritmo tranquilo, alejado de las prisas y preocupaciones urbanas. Durante el día, los residentes suelen disfrutar de huertos, pasear por el campo y, en algunos casos, practicar artesanías tradicionales como la carpintería y la cerámica. Es un gran lugar para relajarse, olvidarse del reloj y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

Naturaleza al alcance de la mano

El entorno natural de Levante es perfecto para quienes disfrutan de las actividades al aire libre. La zona cuenta con un amplio abanico de opciones para conectar con la naturaleza, desde rutas de senderismo por zonas montañosas hasta rutas en bicicleta que permiten descubrir los secretos de la zona a un ritmo más relajado.

El senderismo es sin duda una de las actividades más populares. La variedad de dificultad de la ruta asegura que todos, desde principiantes hasta profesionales, puedan encontrar la ruta adecuada, que la ruta que atraviesa la Sierra Calderona o los alrededores de la Serra de Espino, disfrutes de espectaculares vistas panorámicas además de ser un excelente ejercicio físico. Algunos senderos atraviesan frondosos bosques, mientras que otros se acercan a un pequeño valle o se abren hacia el valle.

La ruta ciclista es otra opción favorita para los aventureros. Dentro de Levante hay una red de caminos rurales perfectos para los amantes de la bicicleta de montaña. A través de estos senderos, los ciclistas pueden adentrarse en el paisaje en constante cambio, desde almendros hasta áreas forestales de increíble belleza. Además, la baja densidad de tráfico y el perfil accidentado de la zona hacen de este lugar un destino ideal para quienes buscan una experiencia de contacto directo con la naturaleza.

Para aquellos que buscan una experiencia más relajada, observar fauna y flora es la actividad perfecta. Levante alberga una gran variedad de especies, muchas de las cuales son autóctonas, por lo que esta zona es un excelente lugar para los amantes de la ornitología y la fotografía de naturaleza. Pueblos cercanos a parques naturales como la Serra Calderona ofrecen visitas guiadas donde se pueden encontrar aves rapaces, ciervos e incluso caballos salvajes.

Gastronomía

La gastronomía rural de Levante es otro gran motivo para visitar la región. Debido a la proximidad a campos de hortalizas, arrozales y cultivos de montaña, los productos locales son frescos y de alta calidad. La comida es una parte integral de la experiencia rural, y cada pueblo tiene su propia cocina.

Uno de los platos más emblemáticos de la región es la paella, que originalmente proviene de la costa, pero también hay una versión de montaña. Elaborada con carne de caza y productos locales, la paella de Levante es un manjar indispensable para cualquier viajero. Otra de las delicias locales son los embutidos artesanales como el chorizo, la morcilla y la longaniza, que se pueden degustar en tabernas y restaurantes rurales.

Los dulces tradicionales también juegan un papel importante en la gastronomía de Levante. Los pasteles de batata y la coca cola son solo algunos de los postres que puedes encontrar en los mercados y panaderías del pueblo. Muchos de estos dulces se elaboran a mano según recetas transmitidas de generación en generación, dándoles un sabor único y auténtico.

Para los amantes del buen vino, la región también cuenta con varias bodegas que elaboran vinos de origen, especialmente en regiones como la Val de Albaida. Tener una degustación de vinos locales es una excelente manera de aprender más sobre las tradiciones vinícolas de la región.

Alojamiento en el campo: confort en plena naturaleza

A la hora de alojarte en el interior de Levante, existen múltiples opciones donde disfrutar de la tranquilidad y el encanto de la vida campestre. Una casa de campo es la opción perfecta para quienes buscan una experiencia auténtica y confortable en la naturaleza. Muchas de estas casas han sido restauradas a antiguas masías y fincas agrarias, manteniendo la arquitectura tradicional, pero adaptándose a todas las comodidades modernas.

Para aquellos que prefieren más servicio, un pequeño hotel rural es ideal. A menudo ubicados en antiguos edificios de piedra o casas de campo, estos alojamientos brindan un ambiente acogedor con atención personalizada y un ambiente completamente relajante. Además, muchos de estos hoteles están equipados con instalaciones como piscinas, jardines y spas, lo que los convierte en un excelente lugar para descansar después de un día de excursiones.

Algunas de estas casas de campo y hoteles también ofrecen experiencias gastronómicas como cenas y talleres culinarios con productos locales, agregando un toque especial a su estadía.

 

Unas vacaciones en el campo en el centro de Levante son más que una simple desconexión. Es una invitación a disfrutar de la naturaleza, la tranquilidad y las tradiciones de la región que han sabido conservar su esencia a lo largo del tiempo. Con paisajes espectaculares, actividades al aire libre, deliciosa comida y un entorno único, Levante es definitivamente el lugar para aquellos que buscan escapar del ritmo frenético de la vida Moderna y entrar en una auténtica experiencia revitalizante, el corazón de Levante es un remanso de calma y belleza, donde el tiempo parece estar parado y la naturaleza ofrece la mejor versión.

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