Que la Tierra no tenga un estado de salud peor que el que ya tiene es simplemente un milagro que no pueden explicar ni los expertos en materiales ambientales. Estamos hablando de uno de los aspectos que nos generan más preocupación en el momento actual: el estado de degradación en el que se encuentra el planeta. Los excesos que hemos cometido los seres humanos a lo largo de la Historia, y especialmente en el último medio siglo, nos ha llevado a una situación en la que nos encontramos entre la espada y la pared. Y hay que actuar ya.
Desde que nos hemos dado cuenta de la magnitud del problema, estamos trabajando en soluciones que nos permitan albergar algo de esperanza… y lo cierto es que estamos consiguiendo avances. Estamos usando menos materias primas como el plástico, nos hemos dado cuenta de lo importante que resulta reciclar y las energías renovables y, además, hemos reducido el consumo de combustibles fósiles. En los párrafos que siguen, vamos a hablar de algo que tiene relación con estos últimos: el transporte de mercancías y ese conjunto de cosas que viene implementando para ser una actividad más sostenible y respetuosa con la Tierra.
Hay que ponerle soluciones a todo lo que tenga que ver con la degradación del medioambiente y está claro que la reducción de combustibles fósiles, unida a una mayor presencia de vehículos híbridos y eléctricos, constituye una de esas grandes soluciones. Los profesionales de Cargolink nos han indicado que las empresas que necesitan todo tipo de entregas de mercancías y que externalizan este servicio demandan cada vez un mayor uso de vehículos eléctricos. Esto forma parte de una estrategia de responsabilidad social corporativa que muestra a las claras el compromiso con el planeta que tienen las entidades.
Teniendo en cuenta el enorme volumen de mercancías que se mueven en España de un lado a otro, es idóneo que todas las empresas que organizan y ejecutan esto apuesten por todo lo que tenga que ver con el cuidado con el medioambiente. Y si, además, se tiene en consideración todos los modelos de transporte (el de carretera, el aéreo, el marítimo e incluso el relacionado con el ferrocarril), se pueden realizar grandes conquistas. Ojalá que se empiecen a notar los efectos de ese aumento de conciencia cuanto antes. Lo agradeceremos todos y todas… y todas esas personas que todavía no han nacido.
A pesar de la mejora, hay que dar un paso más
Necesitamos dar un paso más en lo que tiene que ver con la apuesta por vehículos eléctricos e híbridos. Y los datos así lo demuestran. Vamos a compartir un par de noticias que así lo atestiguan:
- En primera instancia, queremos destacar una información que fue publicada en la web del diario 20 Minutos y que aseguraba que faltan todavía más de 4 millones de vehículos híbridos y eléctricos para alcanzar los objetivos que fueron marcados para el año 2030. Es cierto que todavía quedan 8 años para conseguir ese objetivo, pero deberíamos ir apresurándonos. A fin de cuentas, está claro que, cuanto antes lleguemos al objetivo, más beneficiado se va a ver nuestro planeta y todas y cada una de las personas que lo habitemos.
- El año pasado, el portal web Business Insider publicó una noticia que aseguraba que España necesitaba multiplicar el número de vehículos por 25 en menos de una década para intentar cumplir con los objetivos a los que se comprometió. Está claro que, para eso, es imprescindible que nos pongamos a trabajar desde ya. Si no es así, vamos a pagar las consecuencias más tarde o más temprano.
Es necesario que empresas, familias e instituciones públicas trabajen de la mano con el objetivo de conseguir mejorar el estado de salud de nuestro planeta. La responsabilidad de cuidar de la Tierra nos afecta a todos y, en sintonía, siempre podremos lograr más cosas que por separado. Las instituciones públicas, por ejemplo, deben bonificar y subvencionar todos los actos de empresas y familias que prioricen el uso de vehículos híbridos o eléctricos. Así es como se debe incentivar el uso de estos medios de transporte por delante de otros. De ese modo, será más fácil alcanzar esos objetivos que España debe cumplir para el año 2030.
Estamos seguros de que todavía estamos a tiempo de conseguir mejoras sustanciales en lo que tiene que ver con aspectos ligados al cuidado del medioambiente. Es cierto que hay cosas que son irreversibles o muy difíciles de cambiar, pero otras no lo son tanto y tienen solución. Si nos apretamos los machos y decidimos dar un paso hacia delante en este sentido, estamos a tiempo de, al menos, no seguir degradando nuestro entorno. Eso sería brutalmente nocivo para nuestra propia salud y vida. Y está claro que nadie en su sano juicio desea pasar por eso.