El coworking, también conocido como trabajo colaborativo son espacios compartidos, ya sea virtual o físico, que han sido creados para realizar actividades laborales. Es decir, trabajadores de distintas empresas comparten el lugar de trabajo. Se trata de un espacio común que da cabida a profesionales de todo tipo, empresarios, autónomos, profesionales individuales, etc.
Como explican desde Mitre Workspace, empresa especializada en el coworking en Barcelona el coworking “son instalaciones que ofrecen una amplia gama de opciones y todo diseñado para satisfacer tus necesidades empresariales”.
Se trata de un modelo de trabajo que con los años ha ido ganando popularidad. Su creación se traslada a los años 90. Nació de la mano de un grupo de programadores en San Francisco, que se vieron en la necesidad de reducir costes y para ello, compartieron el espacio de trabajo. Esta iniciativa pionera sentó las bases para lo que ahora conocemos como coworking, un concepto que ha evolucionado significativamente desde sus modestos comienzos.
El término «coworking» fue acuñado por Bernie DeKoven en 2005, marcando un hito en la formalización de esta práctica emergente. Desde entonces, el coworking se ha extendido en todo el mundo. Más si cabe con el avance de la tecnología y la flexibilidad que existe hoy en día en el trabajo.
Los beneficios del coworking, por lo que ha crecido su uso, son diversos. Siendo positivo tanto a nivel profesional como social. En el coworking, los profesionales tienen la ventaja de compartir recursos e incluso ideas. No se tienen los gastos típicos de una oficina tradicional. Además, una de sus principales características es que fomenta la colaboración y la creación de una red de contactos.
Tipos de coworking
Con los años el coworking ha ido mejorando. Ya no solo existe un solo tipo de coworking como al principio, sino que hay una gran variedad que se adaptan a necesidades concretas de diferentes empresas y profesionales.
La creación de los diferentes tipos de coworking se clasifican en función de aspectos como el tamaño, la ubicación o la temática. Todos ellos con la finalidad de satisfacer de forma flexible la demanda del trabajo colaborativo.
- Coworking tradicional:
El coworking tradicional es el pionero. Es decir, es la base del resto de tipos. Se trata de un espacio de trabajo compartido entre diferentes profesionales. Dicho espacio cuenta con los servicios esenciales como son el acceso a internet y recepción. Los profesionales comparten espacio y recursos mientras realizan sus actividades de forma individual.
- Coworking flexible:
Este y el resto de coworking son una mejora del coworking tradicional. El coworking flexible, como su nombre indica, tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades de los diferentes profesionales que trabajan en el coworking.
Se dice que es un modelo flexible porque son espacios de trabajo que se pueden alquilar por horas, días o meses. Y esto, ofrece flexibilidad y fácil adaptación. Los profesionales pueden escoger un espacio determinado de trabajo durante un tiempo concreto para satisfacer la demanda de sus proyectos. Son un tipo de coworking especialmente útil para quienes tienen cambios constantes en la agenda, como por ejemplo emprendedores o autónomos.
- Coworking especializado:
Este tipo de coworking está diseñado para atender a sectores o profesiones específicas. Por ejemplo, existen espacios de coworking especializados en tecnología, diseño, marketing, salud, entre otros. Son espacios que como decíamos, comparten recursos, pero aún más en caso de pertenecer al mismo sector. Beneficioso para los recursos, pero también para la colaboración y el intercambio de ideas o conocimientos.
- Coworking corporativo:
Son espacios que están dirigidos principalmente a empresas grandes, con un gran volumen de empleados que quieren aprovechar las ventajas del coworking para todo el equipo. Son eficaces porque cuentan con todo tipo de instalaciones como salas de reuniones o servicios adicionales que se adaptan al sector y necesidades de cada empresa. Una de sus principales características es el fomento de la colaboración, tanto interna como externa.
- Coworking rural o suburbano:
Con el aumento del trabajo remoto, ha surgido el coworking rural o suburbano. Estos espacios se encuentran fuera de los centros urbanos, proporcionando un entorno tranquilo y alejado del bullicio de la ciudad. Son ideales para aquellos que buscan combinar la comodidad del trabajo remoto con la estructura de un espacio de coworking.
- Coworking virtual:
Cada vez es mayor el número de empresas que deciden apostar por el coworking virtual. Como se extrae del propio nombre son plataformas online en la que los profesionales pueden trabajar de forma colaborativa a través de reuniones virtuales. No requiere presencia física.
Beneficios
El coworking aunque ya lleva varios años entre nosotros se sigue considerando un modelo innovador que fomenta el trabajo colaborativo. Para todos los profesionales que hacen uso de este espacio de trabajo tiene beneficios. Es un cambio en la manera de ver el espacio y entorno de trabajo.
Entre estas ventajas, destacan aspectos cruciales que van desde la reducción de costos hasta la creación de oportunidades de negocio y el fortalecimiento de redes profesionales.
- Reducción de costes:
Todos sabemos que el alquiler de oficinas y espacios concretos de trabajo supone elevados gastos de alquiler, suministros y contratación de administración, limpieza, etc. Esto supone altos costes, que con el coworking se reduce. Los gastos fijos con el coworking desaparecen. Dependiendo del tipo de coworking el coste es superior o inferior, por ejemplo, en coworking flexibles depende de las horas de uso.
- Flexibilidad:
Otra característica a la vez que ventaja que proporciona el coworking es la flexibilidad. Son espacios que son fácilmente adaptables a las necesidades individuales de cada profesión. Permite alquilar espacios concretos como salas privadas, de reuniones, etc. Se adapta fácilmente a cada profesional. De esta manera, junto al ahorro en costes, se puede adaptar el espacio de trabajo a las labores y dinámica de los trabajadores.
- Colaboración:
El corazón del coworking radica en la colaboración. Unifica a profesionales de diferentes sectores o del mismo en un mismo lugar de trabajo. Es un entorno colaborativo, porque entre todos pueden fomentar el intercambio de ideas o conocimientos. Ayudarse unos a otros siempre es positivo para ambas partes. Es un modo de aprendizaje, de adquisición de conocimiento que puede ser beneficioso como empresarios o trabajadores. Todos con el mismo objetivo, crecer en el entorno laboral.
- Networking:
El coworking es un espacio que facilita el networking, es decir, la creación de una red de contactos valiosa. Quienes comparten espacio, con conocimientos en diferentes ámbitos o incluso en el mismo, pueden ampliar su red de contactos y con ello, oportunidades de colaboración. Que, en muchas ocasiones, favorece el crecimiento a nivel empresarial. La colaboración favorece el acceso a recursos y conocimientos. El networking, ya sea formal o informal, impacta positivamente en los profesionales.
- Ambiente motivador:
Contar con un coworking es efectivo para la creación de lugares de trabajo motivadores. Donde los empleados se sientan satisfechos. Esto, indirectamente repercute en la motivación y también en la productividad. Es un factor que favorece el compromiso y el cumplimiento de metas. Además, es positivo porque permite compartir tanto los logros como los problemas para fortalecer el trabajo personal y colaborativo.
- Acceso a recursos compartidos:
El coworking tiene otra ventaja destacada y es que, facilita el acceso a recursos. Es decir, los profesionales que trabajan en espacios colaborativos tienen acceso a equipos y servicios como recepción y otros servicios compartidos. Esto es positivo porque garantiza que los profesionales se concentren en sus tareas, sin preocuparse por problemas de recursos o infraestructuras.
Además, hay algunos espacios de coworking que ofrecen actividades de gran utilidad como eventos, formación o talleres que mejoran la experiencia de los usuarios y contribuyen al desarrollo individual y profesional.
- Conciliación familiar:
Cuando hablamos de conciliación familiar hacemos referencia a la mejora del equilibrio entre la vida laboral y la vida personal. Cuando los trabajadores tienen la posibilidad de elegir dónde y cuándo trabajar a través del coworking mejora la conciliación familiar. Es una flexibilidad que todos los trabajadores deberían tener, pues favorece la productividad, reduce el estrés y mejora la satisfacción laboral.
Usos del coworking
El coworking se presenta como una versátil herramienta con diversas aplicaciones, destacando:
- Trabajo freelance:
Es frecuente ver que los freelance se decantan por el coworking para desarrollar su actividad. Hay que tener en cuenta que los freelance son personas que trabajan de forma independiente y que por tanto, el coworking les permite trabajar y a la vez colaborar con otros profesionales.
Es ideal por la proporción de recursos para el desempeño de su trabajo y también para interaccionar con otros trabajadores, compartiendo ideas y conocimientos.
- Empresas emergentes:
El coworking también tiene cabida para las empresas emergentes. Estas están comenzando y necesitan optar por espacios de trabajo económicos. No puede suponer un problema para ellos la falta de dinero para conseguir espacio de trabajo independiente.
- Grandes empresas:
Aunque pueda parecer que el coworking es más útil para empresas emergentes o pymes, lo cierto es que también es ventajoso para grandes empresas. En este caso, no por el ahorro de costes, sino por los beneficios que aporta en cuanto a la colaboración con otros profesionales e incluso para atraer a nuevo talento. Además, es positivo para fomentar la creatividad, sin tener en cuenta la jerarquía de la empresa.