Tres soluciones para extinguir el condominio en caso de divorcio con hipoteca por pagar

A medida que vamos creciendo, los problemas que nos asolan pueden ser cada vez más graves. Hay un momento en la vida en el que ya hemos dejado por completo la niñez o adolescencia y en el que empezamos a pensar en cosas que son verdaderamente importantes, como la vida que queremos realizar en pareja o la compra de una vivienda. Los compromisos que vamos adquiriendo en esta fase de la vida nos van a marcar el devenir y la verdad es que, en determinadas situaciones, nos pueden suponer un problema… aunque en el momento de adquirirlos no nos hubiera parecido en absoluto que los hubiera.

Si las decisiones tienen que ver con la vida en pareja y empezamos a tener problemas en ese sentido, siempre podremos optar por terminar la relación, lo cual puede llevar a un acuerdo de divorcio. Pero, si ese problema viene de la mano de una vivienda que se encuentra en nuestras manos y en las de nuestra ya ex pareja, la situación puede recrudecerse si no tenemos algo de cuidado. Como en todo en esta vida, cuando a una situación amorosa se le añaden propiedades comunes, las cosas pueden torcerse más de la cuenta en el momento de la ruptura. Y como sea una vivienda, tal y como está este tema en la actualidad, todavía más.

Una de las grandes preguntas que nos hacemos en una situación como de la que estamos hablando es la que aparece en el titular de una noticia publicada en la web del diario El Confidencial. Y es que, cuando hay un divorcio a la vista, ¿qué pasa con la casa y con la hipoteca? Puede haber varias cosas que aparezcan en el horizonte para hacer frente a una situación como este. Pero, por suerte, debéis saber que hay situaciones legales que nos pueden servir para conseguir salidas en este sentido. Es necesario que las tengamos en cuenta para evitar que la situación sea todavía más dramática que la que ocasiona de por sí el propio divorcio.

En este sentido, entra en escena un concepto que es el de proindiviso. En una información publicada en la página web de Idealista, un proindiviso «es una situación legal en la que dos o más personas comparten la propiedad de un bien, en este caso una vivienda«. O lo que es lo mismo: si tienes una vivienda con tu mujer, entráis dentro del juego de este concepto. Y ahí es donde van a entrar en juego algunos mecanismos legales que os van a permitir salir del atolladero si os queréis divorciar y no sabéis exactamente qué hacer con la hipoteca, una situación que afecta a una gran cantidad de gente en un país como el nuestro.

En caso de que una pareja se divorcie y tenga en proindiviso una hipoteca sin completar, habrá que buscar maneras de extinguir el condominio. Hay 3 posibles soluciones según nos apuntan desde DeProindivisos, abogados que son especialistas precisamente en este tipo de cosas, en proindivisos. Esas soluciones consisten en la extinción del proindiviso de mutuo acuerdo, la venta de tu parte del proindiviso a un inversor o la vía judicial, consistente en una demanda de división de la cosa común. Vamos a ver cada una de ellas porque es muy probable que algunas de las personas que os encontréis leyendo este artículo os encontréis en cualquiera de esas situaciones y necesitéis algo de ayuda al respecto.

  • La extinción del proindiviso de mutuo acuerdo es cuando una de las personas que componen la pareja vende su parte y la otra se queda como la única propietaria de la vivienda. A nivel fiscal, esta es la manera más ventajosa para proceder. Y la más simple de entender: vendes tu parte a la otra persona y recibes un dinero. Sanseacabó. También hay otra fórmula dentro de este primer punto que consiste en poner la vivienda a la venta a un tercero para repartirse el dinero entre las dos personas que componían la pareja.
  • La venta de tu parte del proindiviso a un inversor es algo que debes mantener siempre en tu cabeza. Esta es una de las cosas que permite superar una situación de bloqueo cuando hay una parte que quiere hacer una venta y la otra no. En otras palabras, no necesitas tener un acuerdo con el otro copropietario para realizar la venta de tu parte. En caso de que este mecanismo no existiera, habría un montón de viviendas en situación de bloqueo. Y no es precisamente eso lo que se quiere en una situación como la de la posible venta de una vivienda.
  • En cuanto a la vía judicial, hay que decir que, si no existe un acuerdo entre los propietarios y el bien no es divisible, se puede plantear una división de la cosa común. De ese modo, se puede producir una subasta del bien y un reparto del precio obtenido cuando se ha realizado la venta. No cabe la menor duda de que esta también es una vía que permite que muchos procesos salgan adelante y no se estanquen, porque de lo contrario habría muchas personas con un bien de tanta enjundia y valor «muerto de la risa».

La inversión más alta de vuestras vidas

Adquirir una vivienda en propiedad es una de las inversiones más importantes que se realizan en la vida… por no decir la que más. Y es que no hay un desembolso de dinero que equivalga a un compromiso como el que estamos comentando, incluyendo también en ese sentido el hecho de que estamos ‘casados’ de alguna manera con el banco que ha accedido a darnos la hipoteca y que no va a andarse con rodeos si no somos personas serias que cumplan con las cuotas y los plazos estipulados. Pero es que, además de eso, nos exige un compromiso muy serio con la persona con la que vamos a compartir el hogar. Y es que vivir con esa persona en una vivienda que sea propia y de los dos es un vínculo tan fuerte como el del matrimonio. Así lo vemos nosotros y así lo ve cada vez más gente.

Cuando un proyecto como el que acabamos de describir sale mal, es lógico que aparezcan las tristezas y las preocupaciones. Las primeras tienen que ver con el hecho de perder a la persona que ha estado a nuestro lado en muchos de los momentos más importantes de la vida y el de tener que abandonar (o que la otra persona abandone) una vivienda que se concebía como el nido común de ambos. Las segundas, las preocupaciones, tienen más que ver con el qué sucederá con la vivienda si no existe un acuerdo entre las diferentes partes. Y la verdad es que, en este sentido, es un verdadero balón de oxígenos saber que hay opciones como de las que hemos hablado más arriba y que nos permiten salir adelante.

La ley es un océano inmenso de artículos y conocimientos que muchos de nosotros desconocemos y para cuya aplicación e interpretación necesitamos ayuda. Como es lógico, cuando de por medio se encuentra una inversión de dinero como la que supone una vivienda, hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para asegurarnos de todas las posibilidades que tenemos al alcance de nuestra mano y poder optar a la que consideremos que es mejor para nuestros intereses. Como también es evidente, necesitaremos de la ayuda de los profesionales en la materia. Nosotros mismos no podemos servirnos de asesoramiento cuando puede haber detalles que se nos escapen.

Desgraciadamente, hay muchas personas que seguirán encontrándose en situaciones como las que hemos descrito. Es una pena saber que una historia de amor se ha acabado y más cuando hay una vivienda propia de por medio… o incluso hijos. Pero la ley tiene que velar para que haya procedimientos concretos en caso de que se produzcan esas situaciones. De lo contrario, mucha gente tendría situaciones anárquicas en momentos trascendentales de su vida. Y eso no puede ser. Aunque a muchas personas la legislación les sigue pareciendo poco menos que una molestia, la realidad es que es precisamente esto lo que vela por nosotros y nuestros derechos.

Comprar una vivienda, y más si es en pareja, es una decisión que hay que meditar mucho porque no es moco de pavo ni lo que cuesta ni lo que significa para la relación. Pero es verdad que se puede tener muy claro lo que se quiere y que, pasados los años, esas sensaciones se desvanezcan o aparezcan otras. Por tanto, la necesidad de tener leyes que puedan facilitar el hecho de que podamos vender una casa que todavía estamos pagando es muy grande y ha beneficiado, hasta ahora, a una gran cantidad de gente. Y serán muchas más las personas que se aprovechen de esto.

La vida es así y así va a seguir. Nunca deseamos que nadie se encuentre en una ruptura matrimonial y que necesite vender su casa o su parte de la misma. Sin embargo, es mejor tener las cosas claras en lo que respecta a las opciones con las que contamos en caso de llegar a esa situación.

 

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