Podríamos hacer una lista de las cosas que más le importan a la gente en los tiempos que corren y estamos seguros de que muchas de las prioridades coincidirían. Seguro que saldrían cosas como el precio de la vivienda, la calidad de vida, el tiempo libre, el salario medio… y seguramente también saldría entre todo eso una cuestión como lo es la belleza. Nos importa mucho sentirnos guapos y guapas porque sabemos que, en los tiempos que corren, eso tiene más importancia que en cualquier otro momento anterior, principalmente a causa de todo lo que tiene que ver con el surgimiento y el desarrollo de las distintas redes sociales, en especial de Instagram y TikTok.
Sabiendo esto, ¿nos sentimos guapos y guapas? La respuesta depende de a quién le preguntes. Los porcentajes de respuestas afirmativas varían según el sexo y según el país. Hay países en los que tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, esos porcentajes son más altos. En otros, son ellos los que muestran ser más optimistas. En otros, ocurre que suelen ser ellas las que manejan mejor el optimismo que ellos. Y, en otros, son los dos sexos los que suelen tener una percepción bastante baja de su belleza. ¿Qué lugar ocupa España en ese sentido, especialmente si nos centramos en lo que tiene que ver con las mujeres? Según indica una noticia publicada en la web del diario 20 Minutos, solo el 4% de las españolas están satisfechas con su físico.
¿Cuáles son las características que pueden hacer que una mujer pueda sentirse más segura en lo que respecta a su belleza? Vamos a ver, de la mano de nuestros amigos del Centro de Estética Linaje, una relación de asuntos en los que se pueden ganar enteros para ello. Hay algo que todos ellos tienen en común: que la tecnología ha hecho posible que su efectividad sea máxima. Es lo que aseguran desde esa misma entidad después de haber realizado una fuerte inversión económica en herramientas tecnológicas dirigidas a mejorar esa efectividad en todos y cada uno de los tratamientos de los que vamos a hablar a continuación.
El cuidado facial, primera gran cosa a tener en cuenta
Lo primero en lo que nos fijamos cuando conocemos a una persona es en su rostro. Y la piel es una de las que nos puede proporcionar más información para que nuestros sentidos determinen si esa persona que tenemos delante es atractiva o no. El hecho de que esté hidratada, que no tenga arrugas, que tenga luminosidad… son muy importantes y conseguir llegar a estos puntos es algo que la gente suele valorar cada vez en mayor medida porque sabe que son cosas elementales para tratar de construir esa belleza que están intentando conseguir a toda costa.
La técnica que suele usarse para este tipo de cosas es la microdermoabrasión, que permite que se eliminen impurezas y que, además, se pueda suavizar la piel. Gracias a la tecnología usada en este tipo de procesos, se trata de algo que podríamos decir que es idóneo para todo tipo de pieles, aunque sean delicadas o tengan acné. Esto hace que todo tipo de mujeres puedan tener acceso a esto y que sea posible para ellas obtener una mejora en lo que tiene que ver con su imagen física y con la autoestima que sienten al ponerse delante del espejo y analizarse a sí mismas.
Las pestañas pueden ser un reclamo muy grande
Muchas veces habréis escuchado que una sonrisa bonita es lo primero en lo que se suele fijar una persona al conocer a otra. Pues nosotros tenemos otra propuesta que hacer en ese sentido. Y es que venimos a reivindicar la potencia que tienen las pestañas como ese primer elemento en el que se pueden fijar en nosotros y nosotras. Imaginaros lo mucho que pueden destacar después de un lifting, de incorporar extensiones o de tintarlas. El resultado suele ser espectacular y la verdad es que, de cara a conseguir ser bella, esto es algo que siempre os va a aportar un valor añadido.
El cuidado del cuerpo también debe ser prioritario
Hasta ahora, hemos hablado de aspectos que tienen que ver con nuestra cara, con nuestro rostro. Pero no podemos olvidarnos ni mucho menos de lo que concierne al resto del cuerpo. La silueta con la que se cuenta también es muy relevante a la hora de sentirnos bellas, así que es evidente que debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para transformarla y moldearla, porque no todo lo que tenga que ver con eso se puede conseguir con esfuerzo físico o con alimentación por mucho que nos hagan creer que así es. A veces, es necesario que obtengamos algo de ayuda externa para cumplir con nuestros sueños en materia estética.
En este sentido, técnicas como la radiofrecuencia, la maderoterapia o la caviltación son las que se encuentran más de moda tanto en España como en otros países desarrollados de nuestro entorno. Y esto se debe a que muchas de las personas que han pasado por ellas han podido notar sus beneficios en primera persona y han podido disponer de esa figura que es posible que algún día creyeran que era inalcanzable, pero que finalmente han podido hacer suya. Imaginaros cómo debe sentirse una persona que ha conseguido un sueño que pensaba que era imposible y que gracias a la ayuda profesional y a la tecnología ha podido conseguir.
Manicura y pedicura, dos complementos que marcan la diferencia
Es verdad que quizá estas dos no sean cuestiones como las pestañas en el sentido de que no nos vamos a fijar en primera instancia en ellas cuando conocemos a una persona o cuando asistimos a un evento y saludamos a alguien a quien ya conocemos. Pero es que las uñas, tanto las de las manos como las de los pies, son partes del cuerpo que conviene tener en cuenta porque complementan el resto de nuestra imagen y hacen posible que obtengamos una satisfacción mucho más grande cuando nos pongamos delante del espejo y empecemos a valorar si nos gusta o no la imagen que nos está devolviendo.
La tecnología Indiba, otro elemento que también nos va a ayudar
Se trata de una tecnología de radiofrecuencia que actúa sobre las células haciendo posible que se genere colágeno y elastina de manera natural, garantizando de ese modo que la piel se pueda rejuvenecer, su firmeza se mejore y su luminosidad quede garantizada. Se trata de una tecnología puntera y que, desde luego, ha mejorado todo lo que tiene que ver con los tratamientos estéticos y los resultados que estos proporcionan. No cabe la menor duda de que son avances como estos los que están haciendo posible que más y más gente confíe en obtener esa imagen que puede haber estado buscando durante muchos años.
Hay muchas cosas que pueden mejorar gracias a una tecnología como de la que estamos hablando. Todo lo que tenga que ver con las arrugas, la flacidez, la textura de la piel, la celulitis, los dolores musculares y contracturas y los síntomas de la menopausia pueden mejorarse gracias a esto. Hay resultados que han evidenciado la eficacia de este modelo de tecnología y, como consecuencia, todo el mundo se encuentra mucho más ilusionado con el hecho de conseguir sentirse mejor con su cuerpo para ganar en autoestima, que es algo que todo el mundo necesita con independencia de cuál sea el contexto en el que se encuentre en su vida.
Y, hablando de autoestima… En un artículo que vio la luz en la web de Madrid Diario se lanza la pregunta de si sentirse guapa mejora la autoestima. La respuesta que el propio autor o autora ofrece es que sí, que las dos cosas van de la mano, aunque es verdad que también se apunta que hay quien considera que el físico no lo es todo y que no verse guapa no equivale directamente a sentirse incómoda. Pero, como es lógico, conviene que sí que estemos satisfechas con el cuerpo que tenemos, con nuestra cara y con todo nuestro ser. De ese modo, estaremos poniendo todos los cimientos para construir una salud mental de la que podamos presumir.
A fin de cuentas, tened en cuenta que nada vale más que vuestra autoestima y que es eso lo que os puede ayudar a tener éxito en alguno de los proyectos que tengáis entre manos en vuestra vida. Quien no confía en sí mismo, tiene un grave problema y puede encontrarse con mayores complicaciones para enfrentarse a las situaciones que tenga justo delante. Todo se ve de otra manera si creemos en las posibilidades que tenemos. Y eso, en muchas ocasiones, depende de nuestro físico. Nos puede gustar más o menos, pero es la realidad. Por tanto, conviene que nos adaptemos a esa realidad y que no vivamos de espaldas a ella. Caminaríamos completamente a ciegas por el mundo.



