La contaminación acústica es un problema de la sociedad

La contaminación acústica es un problema que afecta a la salud de las personas, sobre todo, las que viven en las grandes ciudades.Según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, causa alrededor de 12.000 muertes prematuras en Europa al año.

La contaminación acústica es un problema de la sociedad moderna al que se le empezó a prestar atención hace no mucho tiempo. Al igual que posemos memoria visual, también tenemos una memoria auditiva.

Y si has crecido en el centro de la ciudad con mucho ruido por el tráfico o el ocio nocturno y de pronto te trasladas a un entorno rural en el que reina el silencio, es muy probable que notes una gran diferencia.

La contaminación acústica en las grandes ciudades

Un editorial publicado el 2 de julio de 1905 en ‘The New York Times’ explicaba que era necesario limitar el ruido en las grandes ciudades que estaban creciendo exponencialmente en Estados Unidos en aquella época.

En 1906 la doctota Julia Barnett Rice, el escritor Mark Twain y el inventor Thomas Alva Edison, junto a otros grandes representantes de la sociedad, política y cultura del momento, crearon la Sociedad para la Supresión del Ruido Innecesario, para extender ramificaciones en todas las ciudades que estaban empezando a sufrir la contaminación acústica, como Nueva York.

Julia Barnett consiguió que los capitanes de los barcos no hicieran sonar sus silbatos cuando un barco atracara en la costa, que los trenes pasaran más lento cuando se acercaran a una iglesia o que cualquier persona fuera arrestada en caso de tirar fuegos artificiales cerca de los hospitales en las fiestas del 4 de julio.

Problemas en la salud

El ruido del tráfico, de los ferrocarriles y de las actividades de ocio perjudican la salud y el bienestar. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), explica que esto incluye molestias crónicas y trastorno del sueño, lo que resulta en enfermedades cardíacas graves y trastornos metabólicos como diabetes, discapacidad auditiva y peor salud mental.

Los niveles de ruido se superan en muchas ciudades del mundo, como Bangkok, Islamabad o Nueva York. El diario La Vanguardia informa que estos ruidos no solo afectan a la personas, ya que también amenaza a los animales, pues altera las comunicaciones y el comportamiento de aves, insectos y anfibios.

Según el Informe de ruido ambiental y salud, elaborado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), un 57% de los ciudadanos de Barcelona están sometidos a niveles de ruido superiores a los que la OMS considera recomendables.

¿Qué efectos negativos provoca la contaminación acústica?

Actualmente se trabaja en el Programa de reducción de la contaminación acústica 2021-2030 para implementar medidas para reducir tanto el tráfico como el ruido del ocio nocturno y las obras.

Las persona que pasan mucho tiempo expuesta a niveles de ruido excesivos pueden acabar sufriendo trastornos físicos, psicológicos y sociales. Muchos estudios han comprobado que los más jóvenes y los ancianos son los más vulnerables, ya que la mayoría de adultos presentan niveles de tolerancia al ruido.

Los ruidos muy intensos resultan muy nocivos para la salud. Cuando supera los 100 decibelios, se pueden producir molestias puntuales y fatiga auditiva, que temporalmente induce una pérdida de capacidad auditiva.

Si el ruido supera los 45 decibelios provoca trastornos del sueño, cansancio físico y un estrés permanente que puede incidir en una disminución de las defensas y un aumento de las enfermedades infecciosas.

Niveles de ruido constantes por encima de 55 decibelios pueden provocar cambios en el sistema inmunitario y hormonal, cambios cardiovasculares y nerviosos con aumento de presión arterial, deficiencias en la circulación periférica e incremento de las tasas de colesterol, propiciando un incremento de riesgos de infarto de miocardio, derrame cerebral o ictus.

Ruidos regulares de más de 60 decibelios se asocian con aumento de la secreción de adrenalina, aceleración de la respiración y del pulso, etc. Por encima de los 85 decibelios, las personas pueden sufrir gastritis, un aumento excesivo del colesterol y de los triglicéridos.

Otras patologías asociadas a esta contaminación acústica se han relacionado con aumentos de la glucosa en sangre, síntomas de depresión, inhibición del deseo sexual, mayores niveles de irritabilidad, bajo rendimiento en el trabajo, falta de concentración, déficits de memoria, reducción de la visión nocturna, alteraciones menstruales, aumento de la fatiga, dolor de cabeza y problemas neuromusculares.

Es fundamental protegerte de los ruidos excesivos, para ello opta por viajar a casas rurales e instalar el aislamiento insuflado en tu vivienda.

¿Qué son los aislamientos insuflados?

Los profesionales de Crearsur, informa que para reducir el ruido exterior que llega hacia el interior de la vivienda debes optar por los aislamientos insuflados.

Estos aislamientos reducen el
ruido aéreo, eliminan tiempos de reverberación, reducen el ruido producido en el interior de la vivienda, etc.

Los aislamientos insuflados actúan como barrera acústica y ayudan a reducir el ruido exterior. Este procedimiento consiste en realizar unos pequeños orificios en la pared por donde se inyecta el aislamiento insuflado, de forma que se rellene de forma homogénea la cámara de aire que hay en las fachadas de las viviendas o edificios. Es una técnica rápida, sencilla y sin necesidad de realizar obras.

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