Una de las cosas a las que la gente le suele dar poca importancia es el cuidado de la boca, de los dientes en general.
Hay quien piensa que por el mero hecho de no lavarse los dientes después de cada comida no le va a afectar y que lo único malo que puede pasar es que le aparezca alguna que otra caries.
Pues al contrario, la higiene de la boca es super importante y de esto va a depender que tengamos una bonita dentadura y piezas dentales sin desgaste o que tengamos que realiza visitas a nuestro dentista de confianza de seguido por el deterioro de los dientes.
Consejos de dentista
Te vamos a proporcionar una lista de consejos con el fin de que los sigas y de esta manera mejores de una forma notable tu salud bucodental.
- Tienes que cepillar los dientes tras cada ingesta de alimentos. Te explicamos por qué: cuando comemos nuestra boca se convierte en un lugar ácido y más si bebemos o comemos alimentos ácidos. El ácido, como es lógico, no es para nada saludable para nuestras piezas dentales y por lo tanto pueden dañar los dientes. Lo conveniente sería beber algo de agua y rebajar la acidez.
- No hay que dejarse ningún tipo de resto. Aunque cepillarse de forma manual las piezas dentales además de las encías es conveniente es necesario usar la seda dental. Es lo mejor si lo que queremos es limpiar en su totalidad los dientes.
- Debemos de cuidar la alimentación. Aunque pensemos que la alimentación da igual y que comamos lo que comamos no va a afectar para nada a nuestra boca estamos muy equivocados. El exceso de azúcar puede llevarnos a sufrir caries y esto lo que va a hacer es estropearnos los dientes. Lo ideal es que aunque comamos alimentos que contengan azúcar que procuremos que sea un tipo de ingesta reducida o evitarlo.
Hasta aquí nuestros consejos que pensamos os serán de gran ayuda y que los pondréis en práctica con el fin de reducir las visitas al dentista y ganar en salud bucodental. En Consejo dentistas podéis ver más consejos e informaros de todo lo referente al mundo de la odontología.
Revisiones dentales
Una pregunta que se hace mucha gente es: ¿cada cuánto debo de ir al dentista? ¿Resulta necesario hacerse revisiones de forma periódica o tengo que esperar a tener algún tipo de problema?
Es importante acudir al dentista de forma periódica, tanto si se padece de alguna dolencia como si solamente nos estamos asegurando que todo esté bien.
De hecho hay personas que padecen de caries o de algún otro tipo de problema y al no notar sensación de dolor no acuden al dentista y cuando piden cita y les hacen la revisión el dentista se percata de que tiene alguna caries o problemas mucho mayores.
No es necesario comentar que la higiene resulta imprescindible ya que, aunque podamos tener algún tipo de dolencia por cualquier otra causa el mero hecho de tener una correcta higiene reducirá que podamos padecer de cualquier enfermedad bucodental.
Por regla general una persona debe de acudir una vez al año a visitar al dentista con el fin de comprobar que no padece ningún tipo de problema y que todas las piezas dentales además de las encías se encuentran en óptimo estado.
Algo que seguramente nos llegará a preguntar el profesional será si nos lavamos los dientes después de cada comida para confirmar o descartar cualquier tipo de dolencia.
Este tipo de controles son necesarios ya que podemos evitarnos muchos malos tragos y que podamos padecer de ciertas patologías que se consideran graves o sufrir periodintitis o gingivitis.
Gingivitis, ¿por qué sucede esto?
Se conoce por gingivitis una enfermedad leve que padecen las encías y también se le llamada enfermedad periodontal. Esta enfermedad causa irritación, hace que las encías estén inflamadas y que se enrojezcan sobre todo en la zona que rodea la base de los dientes.
Lo cierto es que puede ser leve la gingivitis que se padezca pero es importante que se trate de una forma rápida porque puede ocasionar problemas que sean mucho más graves como la periodontitis y una posible pérdida de las piezas dentales.
La razón o la causa por la cual aparece la gingivitis es porque hay presencia de placa bacteriana acumulada entre los dientes. Esta placa está formada por miles de bacterias, proteínas de la saliva, además de azúcares y todo tipo de ácidos.
Una de las razones por las cuales puede padecer una persona esta enfermedad es por la falta de costumbre de cepillarse los dientes tras cada comida.