Contando algunas excepciones, para la mayoría de las personas viajar en avión es una delicia, sobe todo si se hace en primera clase. Por lo general, estamos emocionados por el nuevo destino al que vamos, por la experiencia del vuelo y nos sentimos aventureros y atrevidos.
Pero, ¿nos hemos preguntado si cuando viajamos con nuestra mascota, está siente lo mismo? En verdad ¿cómo se siente nuestro perro cuando vuela en avión ya sea en cabina o en el almacén?
Sigue leyendo que aquí te lo explicamos todo, además de algunos tips para que tenga un viaje placentero, con la ayuda de los expertos en materia de Animales por Avión.
¿Cómo viaja tu mascota por avión?
Lo primero que debes saber es que la experiencia y las medidas que se deberán tomar al respecto, incluyendo lo que está permitido y lo que no, dependerá y variará mucho depende de la aerolínea. «Cada compañía aérea tiene sus propias normas», dice Udo Kopernik, portavoz de la Asociación Canina Alemana para el National Geographyc en Español.
Como no hay unas reglas generales establecidas para el vuelo de las mascotas, se debe preguntar a la aerolínea como suelen manejarlo. Por lo general, los perros grandes tienen que ser registrados como equipaje especial y son transportados en la bodega de carga. Mientras que los que pesan hasta ocho kilogramos, incluyendo la caja de transporte, muchas veces pueden ser llevados como equipaje de mano y pueden viajar en la cabina de pasajeros. Lo mismo sucede con los perros guía para ciegos o personas discapacitadas que generalmente pueden viajar gratis en la cabina.
Esto es algo que debe planearse con antelación de forma de preparar a tu pequeño amigo peludo y todo lo que necesitará durante el viaje, como su trasportín, sus vacunas y otros documentos que las aerolíneas te exigirán para que pueda abordar. Sin embargo, las aerolíneas suelen permitirte registrar a tu acompañante hasta 24 horas antes del vuelo.
Por otro lado, «Algunas compañías aéreas aceptan más fácilmente a los perros que otras», dice la veterinaria Tina Hölscher. No obstante, tiene sus reglamentos muy estrictos, como las disposiciones especiales establecidas para determinados destinos o determinadas razas, por ejemplo para perros de pelea o animales de cabeza corta, que rápidamente sufren asfixia en situaciones de estrés.
Y es que, si, muchos perros suelen sentir estrés al viajar en coche, barco o avión. Algunos llegan a marearse, vomitar, mostrarse impacientes y en algunos casos hasta violentos. No siempre es una experiencia agradable, sobre todo si le toca separarse de su dueño y viajar en el almacén solos y con el resto de las maletas. Además, hay que pensar en como se sienten frente a turbulencias u otras incidencias del vuelo.
En ese espacio extraño hace ruido y posiblemente huela a otros animales. «Eso es una carga incluso para ejemplares robustos», dice Hölscher. En ese entorno inusual, el perro tiene que arreglárselas solo. «Si se siente mal, nadie puede intervenir», advierte Thiesmann, experta en animales domésticos. Tampoco el personal de vuelo puede acceder a la bodega.
Piensa también en que si se trata de un vuelo a mediano o largo plazo, de esos que suelen ser agotadores hasta para los humanos, la incomodidad de los perros pueden llegar hasta el punto de tener que hacer sus necesidades en su caja, y es como dijimos, no pueden abandonarla bajo ninguna circunstancias. Así, esto los obligará a aguantar hasta que la necesidad sea muy grande.
Incluso hay que pensar en las peripecias que a veces se viven en los vuelos, como los retrasos, la mala climatización de algunos vuelos, el personal que a veces no es nada servil y miles de otros percances que si de por si te hacen pasar por un mal rato a ti, imagina a tu perro.
Así, el dueño debe pensar en como ayudar a clamarle y como atenuar las incomodidades de esta experiencia, no solo por la paz del perro, sino también por la de los demás pasajeros.
Lo primero, es que ni si quiera cuando tu perro viaja en cabina contigo podrás sacarlo de su trasportín para calmarlo, así que tienes que recurrir a otras herramientas.
Muchos piensan en suministrar tranquilizantes para el vuelo, pero las recomendaciones en relación varían mucho. «Desde mi punto de vista como veterinaria, lo desaconsejo con insistencia», dice Hölscher. Muchas sustancias tienen efectos secundarios extremos. «Si un can sufre un colapso circulatorio en la bodega de carga, la consecuencia puede ser un trauma», advierte la experta.
El peligro de las bodegas
Algunas aerolíneas, dependiendo del caso, te obliga a que tu perro viaje en bodega, pero según algunas organizaciones y expertos, esto no es lo más recomendable.
Por ejemplo, la Humane Society recomiendan no viajar con los perros en la bodega de un avión salvo que sea indispensable, y hasta ya hay algunas aerolíneas en EEUU que han decidido eliminar el riesgo, ya no permiten a los perros viajar en la bodega de sus aviones. Esto debido a las muchas demandas por muertes.
Así, lo mejor que han podido hacer las aerolíneas es prohibir que los perros que no puedan ir en cabina con sus dueños no aborden el avión. Igualmente, tu debes intentar lo mismo.
Y es que los riesgos están ahí, cada año mueren perros: en EEUU el promedio es de al menos una muerte al mes, mientras que en España este número baja, pero solo porque hay menos volumen de pasajeros y es menos común que estos viajes con sus mascotas.
Igualmente, se está pidiendo que no se viaje con perros que se suelen estresar en este tipo de situaciones, así sea que sean perros de pequeño tamaño y puedan ir cómodos en cabina con su dueño.
Y es que hay alguna probabilidad de que en algunos vuelos, cuando el perro viaja en bodega, no sea tratado con cuidado al ser cargado en al bodega del avión, y no se tomen las preocupaciones especiales, el personal, creyendo que se trata de otra maleta más.
Incluso, en los casos sen los que se contrata el servicio específico y el trasportín está debidamente identificado se pueden cometer errores, como el caso de un perro y un gato que estuvieron demasiadas horas expuestos al sol y a temperaturas excesivamente altas antes de ser cargados en la bodega y ambos sufrieron un golpe de calor, llegando medio muertos al destino.
¿Cómo ayudar a tu perro a viajar tranquilo en avión?
La primera recomendación sería realizar el viaje por vía terrestre, de forma que se le evite al perro toda la incomodidad y el mal trago, y porque estos suelen viajar mejor en coche y disfrutar de paradas para correr un poco, descansar del vehículo, comer y hacer sus necesidades. Contando, también, que no deben porque ir en un trasportín. No obstante, si es imposible realizar el viaje sin tomar un avión, hay formas de hacerle el vuelo más duradero.
«Una mantita que el perro tiene siempre en casa y su juguete favorito pueden tranquilizar al animal por el olor conocido», explica Gorny, un portavoz de la aerolínea Lufthansa.
Por su parte, Kopernik recomienda que debemos hacer que nuestro perro se familiarice con su trasportín en casa, de forma que no se sienta incomodo en él. «Yo recomiendo que se haga agradable la estancia del perro en la caja y recompensarlo cuando entra en ella y se queda ahí para dormir», confirma.
Aquí, más recomendaciones para hacer el vuelo una experiencia más agradable para tu acompañante perruno:
– Viaja sólo en vuelos directos, de forma que tu perro no pase por el estrés de las escalas.
– Compra un transportín de primera calidad y asegúrate que tu perro se sienta cómodo en él y que no pueda abrir la puerta del mismo.
– Viaja en el mismo vuelo que tu perro y pide a ver si es posible que te dejen ver cómo meten su transportín en el avión y cómo lo bajan, para asegurarte que le están dando el mejor trato posible.
– Trata de evitar las fechas en las que los aeropuertos están a tope, ya que el caos puede hacer que tu perro no sea tratado con el cuidado que merece.
– Al subir al avión, notifica al capitán y a al menos un auxiliar de vuelo que tu perro está en la bodega.
– Si tu perro es braquicéfalo, o es un cachorro, evita directamente llevarlo en la bodega.
– Si tienes que volar en verano o invierno, trata de elegir horas en las que la temperatura no sea tan extrema.
– Mantente alerta de que el collar de tu perro no se enganche en el trasportín ya que esto puede causarle incomodidad y estrés extremo. Lo mismo con sus uñas, córtalas adecuadamente para que no haya este incidente.
– Lleva al perro bien identificado con una chapa en el collar con la información sobre el viaje y la dirección y teléfono donde te puedan contactar; e, igualmente, coloca la información en una etiqueta en el trasportín.
– No des de comer cuando queden entre cuatro a seis horas para el viaje. Pero, si debes mantenerlo bien hidratado y colocarle cubitos de hielo en su trasportín.
– Al llegar al destino, comprueba que tu can está bien y de notar algún problema, acude al veterinario de inmediato.